Catarata
El cristalino normal es transparente. Cuando se produce cualquier opacidad del mismo, congénita o adquirida, en la cápsula o el contenido del cristalino, con afectación o no de la visión, se trata de una catarata.
Tipos:
ADQUIRIDA:
1. Catarata senil o catarata relacionada con la edad.
Aparecen en relación al envejecimiento de las estructuras oculares. Las clasificamos atendiendo a su morfología en:
A) Cataratas subcapsulares
- Anteriores: situadas inmediatamente debajo de la cápsula anterior del cristalino.
- Posteriores: localizadas justo por delante de la cápsula posterior del cristalino y con aspecto parecido a una placa. Debido a su localización, tienen gran efecto sobre la visión.
B) Catarata nuclear
Debido a un aumento del índice de refracción del cristalino y a la alteración esférica del mismo, la catarata nuclear produce un aumento de la miopía. En fases iniciales se caracteriza por un tono amarillento que se debe al depósito de pigmento urocrómico. En fases finales, adquiere en tono marrón (catarata brunescente) y que se asocia a gran dureza y mayor dificultad quirúrgica.
C) Catarata cortical
Las opacidades tienen forma de hendiduras, vacuolas o trazos entre las fibras del cristalino y aparecen por la hidratación de la corteza.
D) Catarata presenil
Pueden aparecer cataratas en fases precoces de la vida, asociadas a distintas enfermedades como la diabetes mellitus, la distrofia miotónica, la dermatitis atópica o la neurofibromatosis tipo 2.
2. Catarata traumática
Los traumatismos oculares son causa de desarrollo de catarata, tanto en traumatismos perforantes como en contusiones. También pueden aparecer cataratas tras descargas eléctricas, exposición a radiaciones ionizantes e incluso tras radiación infrarroja (típico de los sopladores de vidrio).
3. Cataratas inducidas por fármacos
Cataratas inducidas por corticoides (inicialmente subcapsulares posteriores y más tarde afectan a la región subcapsular anterior). Cataratas por clorpromazina, por busulfano, por amiodarona, por oro o por alopurinol.
4. Cataratas secundarias
Aparecen como resultado de alguna otra enfermedad ocular. Aparecen en la uveítis anterior crónica, el glaucoma de ángulo cerrado, en la miopía magna y en las distrofias hereditarias del fondo de ojo (retinosis pigmentaria, amaurosis congénita de Leber,…).
CONGÉNITA
Se trata de cataratas ya presentes en el momento del nacimiento. Su prevalencia es de 3 casos por cada 10000 nacidos vivos y suelen ser bilaterales en las dos terceras partes de los casos. También aparecen asociadas a la trisomía 21, a la galactosemia y a infecciones intrauterinas por rubeola.
1. Catarata hereditaria aislada
Representa alrededor del 25% de los casos. Suele ser autosómica dominante. Las cataratas congénitas que aparecen aisladas sin coexistir con problemas metabólicos u oculares tienen mejor pronóstico. Se clasifican, de acuerdo a su morfología, en zonulares, polares anterior o posterior, coronarias, focales de puntos azules, totales y membranosas.
2. Catarata congénita con asociación sistémica
En gran número de enfermedades pediátricas pueden aparecer cataratas congénitas asociadas a las mismas. Entre ellas tenemos algunas alteraciones metabólicas como la galactosemia, el déficit de galactocinasa o el síndrome de Lowe, que cursa con retraso mental, enfermedad renal y cataratas.
Otra clasificación de la catarata es:
- Inmaduras: con un cristalino parcialmente opaco
- Maduras: con opacidad total del cristalino
- Hipermaduras: con aparición de arrugas en cápsula anterior por deshidratación del núcleo
Morganianas, en las que por la licuefacción de la corteza el núcleo aparece hundido hacia abajo.
Tratamiento de la catarata
El tratamiento de la catarata consiste en la extracción quirúrgica del cristalino y su sustitución por una lente intraocular.
La cirugía está indicada cuando la madurez de la catarata provoca una disminución de la visión que causa dificultades para la realización de actividades diarias esenciales
La cirugía actual de la catarata se realiza en régimen ambulatorio, habitualmente con anestesia local (inyección peribulbar), siendo posible la anestesia tópica en algunos casos (colirios anestésicos), utilizándose en muy pocas ocasiones la anestesia general.
Actualmente existen varias técnicas quirúrgicas, como son:
- Extracción extracapsular del cristalino, en la que se extrae el núcleo y el córtex cristaliniano, sin retirar la cápsula posterior del mismo.
- Facoemulsificación, que es la técnica preferida en la actualidad. En esta técnica la extracción del cristalino se realiza mediante facoemulsificación con ultrasonidos que permite la extracción extracapsular del cristalino a través de una incisión de pequeño tamaño, habitualmente menor de 3 mm.
Esto permite una menor incidencia de complicaciones relacionadas con la incisión, una curación más rápida y una rehabilitación visual más precoz que con las técnicas de incisiones mayores.
Implante de lente ocular
El desarrollo de las lentes intraoculares comienza en 1949. Desde entonces ha habido grandes avances en el desarrollo de las mismas y la actual cirugía de cataratas no se entiende sin la sustitución del poder dióptrico del cristalino por la lente intraocular.
Existen lentes para colocación en cámara anterior, para colocación en cámara posterior, para corrección del defecto de visión cercano y lejano (multifocales), con distintas cualidades ópticas, lentes esféricas y lentes asféricas, fotocromáticas…
Con el implante de la lente intraocular se corrige el defecto de refracción resultante de la extirpación del cristalino y, a su vez, se aprovecha para la corrección del defecto de refracción previo que pudiera tener el paciente.
Para ello es de gran importancia el cálculo de la potencia de la lente que va a ser implantada y que se obtiene mediante fórmulas en las que es preciso conocer la longitud axial del ojo o la profundidad de la cámara anterior entre otras.
Estos cálculos se realizan mediante biómetros por ultrasonidos y más recientemente mediante interferometría con láser, en la que no es necesario el contacto de la sonda con el ojo por lo que el margen de error en el cálculo se ha reducido extraordinariamente.
Facoemulsificación
Láser Femtofaco: Facoemulsificación asistida por láser de Femtosegundo
Es la técnica de elección en la actualidad, se fragmenta el cristalino asistido por láser de femtosegundo, para posteriormente “aspirarlo”, esto reduce significativamente los ultrasonidos y en ciertos casos incluso ni se requieren.
La precisión y seguridad del láser sustituyendo a la mano humana y a cuchilletes de acero a la hora de hacer incisiones, es indiscutible y la mejora por lo tanto viene una vez más de la mano del avance tecnológico.
Ultrasonidos: Facoemulsificación
Utiliza los ultrasonidos para fragmentar el cristalino en trozos de menor tamaño para después aspirarlos y permitir así la extracción completa del cristalino a través de una incisión de pequeño tamaño. Existe una pequeña mejora de la técnica que consiste en realizar una incisión principal de menor tamaño a lo habitual que pasaría de 3 mm a 1.8.
Esto permite una menor incidencia de complicaciones, una curación más rápida y una rehabilitación visual más precoz y con menos disconfort que con las técnicas de incisiones mayores. Como hemos comentado, mientras que en esta técnica las incisiones se realizan mediante cuchilletes y “ a mano”, en la técnica que hemos comentado anteriormente se dispone de un láser para aumentar la precisión y seguridad del proceso.
Se realiza de con anestesia local y de forma ambulatoria. Es indolora y los únicos síntomas postoperatorios habituales son la sensación de cuerpo extraño, el aumento de la sensibilidad a la luz y el lagrimeo; estos síntomas son transitorios y desaparecen poco después de la cirugía.
Previo a la cirugía debe realizarse un estudio oftalmológico en profundidad para descartar la presencia de otras patologías oculares que requieran de alguna modificación de la técnica que disminuya los riesgos como un fondo de ojo o estudio corneal (contaje endotelial y topografía).
Implante de lentes oculares
Tras la extracción del cristalino es necesario el implante de una lente intraocular que corrija o sustituya el poder dióptrico del cristalino (21 dioptrias aproximadamente). El campo de las lentes intraoculares ha experimentado grandes avances en los últimos años de manera que nos permiten una corrección de todos los defectos de refracción del ojo y de la vista cansada según el tipo de lente que se implante y además de solucionar la pérdida de visión asociada a la catarata quitar al paciente la dependencia de gafas de lejos, cerca o todo. De esta manera existen por un lado lentes monofocales, confort, bifocales y trifocales que permiten corregir la visión de lejos, cerca e intermedia según la que se elija y por otra parte hay lentes tóricas que también permiten corregir astigmatismos importantes. Por último también disponemos de lentes especiales para casos especiales como degeneración macular asociada a la edad o lentes para proporcionar calidad de visión como las fotocromáticas o con filtro ultravioleta.
Para saber la lente más adecuada para cada caso se deben realizar diversas pruebas rápidas e inocuas en la consulta y saber las necesidades y expectativas del paciente.
Láser de Femtosegundo
El láser de femtosegundo es una gran novedad tecnológica con la que contamos en AIKEN. Se trata de un láser que emite pulsos de energía de muy corta duración (de hecho un femtosegundo es la milbillonésima parte de un segundo) y con una longitud de onda cercana al infrarrojo, lo que le permite penetrar en los tejidos de manera precisa y sin lesionar las estructuras adyacentes. Así pues un láser de femtosegundo es como un bisturí muy preciso y seguro que nos permite dejar de utilizar cuchilletes tanto en cirugía de córnea como en cirugía de cristalino.
Eso permite que por ejemplo el lasik, la técnica más usada para quitar las dioptrías, ya no requiera ningún tipo de cuchilla de acero para ser realizada, sino que simplemente, con diferentes láseres, el de femtosegundo, excímer y una luz láser de seguimiento, podamos realizar la técnica aumentando así la precisión y seguridad.
Pero quizá es en las cataratas donde permite diferenciarse más frente a otras técnicas, el femtosegundo hace incisiones corneales programadas, capsulorexis (apertura de la parte anterior del cristalino) precisas del tamaño exacto programado o disrupciones y licuefacción del cristalino mucho mejores.
Además, en nuestro caso asociamos el láser a nuevas técnicas de imagen como las OCT que nos permiten en todo momento controlar el proceso y los resultados.